viernes, 5 de octubre de 2007

Siete de la tarde

A la séptima campanada se desdoblan mis demonios
un rebaño mentolado se asoma apenas bajo mis pestañas.
Demonio de la ira, de la intolerancia
la imaginación llena de hoyos transpira.
Cercos inflamados, capullos de burla
Sólo una mujer de huesos pesados sonríe así.

No hay comentarios.:

Soy un árbol que desea viajar en tren