martes, 12 de junio de 2007
Arcano tibio
Automática, me quito la ropa para ir a tu boca. Germinan tus besos en las bifurcaciones enmohecidas de un tiempo que no deja de respirar. Despierto a veces en el país donde tu voz construye dunas y cuerpos de agua cristalizada y si me alcanza el tintineo que se te teje en la garganta a la hora de amar, crezco para ser vista por ti, por las yemas de tus dedos, por tus once lenguas que me nutren de nuevas ganas. No temo y temo. Percibo y acecho, eres tan sútil que no puedo evitar escucharte. Un ansia mineral me sube por la garganta. Me ahoga tanta imaginación.Arcano tibio al que no puedo renunciar, tu boca planta siempre estrellas debajo de esta piel que en muchas eras ha esperado tu humedad para dejar crecer unas alas de fuerte estructura. No pretendo iniciar ningun vuelo, ninguna demencia por estrenar. Es tan noble la intensidad de tu caricia que me entrego con una serenidad color arena. De nuevo tú aterciopelándome, jamás nuestras lenguas antagonizan. Me arropa tu boca, me redime tu boca. Asueto, pausa en un latido a velocidad luz, astrolabio, fantástico recodo. Después de ser pez en tu saliva, arboreo hacia un amanecer que moja sus faldas en soles atemporales.
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Soy un árbol que desea viajar en tren

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