Hoy es el día que elegimos para que te vayas. Tendidos en la cama, permanecemos ambos con los ojos abiertos; no es necesario voltear a verte para saberlo: Conozco tu respiración pausada cuando estás dormido, la ondulación sutil de tu vientre expandiéndose.
Esperamos.
Algo,cualquier cosa.
Los tratos también se hacen para romperse, fue tu enseñanza de tres años a esta mujer que acostumbra hacer compromisos a muerte.
Recuerdo la escena de anoche y busco un remedio, pero el cansancio me humedece los ojos y me volteo hacia la pared, deteniendo cualquier posibilidad.
Estoy a punto de romperme.
¿Me ayudas? Te lo pregunto en silencio con los puños apretados y el asco sentado en mi estómago ¿me ayudas, por favor?
No sé terminar etapas, jamás he sabido.
Soy la eterna buscadora de tesoros con los zapatos rotos y la ropa desgarrada, la mariposa inacabada que vuela con un cuerpo que le pesa demasiado.
Quisiera como antes, cobijarme bajo tu piel hasta quedarme dormida, pero hoy es el día elegido y yo soy mujer de palabra.
Sigamos pues con lo acordado, te vas a ir enmedio de esta mañana llena de niebla, dejándome por herencia toda la bruma que despide nuestra melancolía, todas las risas, las palabras, los raspones, los recuerdos frescos y demasiados moretones en el ánimo.
Te vas enmedio de una llovizna que te traga, que te va borrando minuciosamente ante mis ojos espantados, que también llueven.
miércoles, 18 de julio de 2007
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Soy un árbol que desea viajar en tren

1 comentario:
textos asi chonostle son los que marcan diferencia con el simple acto de escribir y tener algo que decir porque es necesario
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