miércoles, 16 de diciembre de 2009

Abro la cortina con el debido respeto y sí, ahi está ya la noche. El cuerpo se nos dobla como ramas en campo abierto, nos mece la tibieza, nos acuna. Alzas los brazos y te quitas la camisa. No te miro pero lo sé. Me quito el pantalón, me cambio de zapatos. Apremia la gana de aspirarte, de cerrar los ojos y pegarme a ti para olfatearte. No dura la noche porque eres infinito, tomo tu mano, aprieto tus dedos, hurgo en tu cabello,te acaricio las sienes. No dura nada la noche, con las uñas raspo las paredes de tu espalda y tus corvas, las recojo en la palma de mi mano para coleccionar los pétalos que de ti caen.

1 comentario:

Tanila Alavez dijo...

eyyy eyyy saludos!!!

tus textos siempre me dan nostalgia

Soy un árbol que desea viajar en tren